Hemos decido seguir con los mismos grupos de trabajo que en el cuatrimestre anterior, de manera que podamos evitar los errores pasados y evolucionar de manera positiva como grupo de trabajo. Reflexionando sobre el cuatrimestre pienso que como grupo hemos sido capaces de mucho, obteniendo unos resultados bastante gratificantes, y por ello espero que esta nueva etapa sea incluso mejor que la anterior. Adquirir más y mejores conocimientos, trabajar tanto de manera conjunta fuera del aula como dentro de ella. Estos son entre otros, algunos de los propósitos que me propongo a nivel individual y personal, pero también a nivel grupal. Nos encontramos en uno de los momentos en que más nos debemos esforzar y poner de nuestra parte, interesándonos por todo aquello que nos pueda influir de manera positiva respecto a nuestro futuro, ya que estamos “aprendiendo a aprender”.
En los primeros días de clase, Laura hizo especial hincapié en el tema del trabajo cooperativo. Explicó la diferencia que suponía trabajar cooperativamente y trabajar en grupo. Lo cierto es que al principio pensaba que los dos términos tenían una finalidad común y, al fin y al cabo, suponían lo mismo. Pronto descubrí que no. Conforme fueron pasando las semanas, realizamos diferentes actividades en las que tuvimos que poner en práctica el trabajo cooperativo en grupo, y todas nosotras pudimos darnos cuenta de su utilidad y necesidad. Si trabajas cooperativamente con tu grupo, solo podrás alcanzar los objetivos en el caso de que tus compañeros también los alcancen. Pienso que cuando en un grupo se establecen esta serie de relaciones, debes dejar a un lado la competitividad. Siempre que trabajes de manera cooperativo el aprendizaje que se produce en el grupo también será cooperativo y, por tanto, más rico y variado. Al poco tiempo de trabajar de esta manera, fuimos capaces de darnos cuenta que es la forma más beneficiosa, ya que se produce mayor rendimiento, además de que las actitudes en el grupo eran bastante más positivas. Trabajar de manera individual no está mal, pero pienso que si lo hacemos en grupo podemos intercambiar opiniones, respetando la de los otros y darnos cuenta de aspectos o ideas que quizá a nosotros de manera individual se nos pasaron.
En el trabajo cooperativo en muy importante el éxito grupal para la construcción de conocimiento (destrezas, procesos,…), y para llegar a este éxito es necesaria la existencia de algunos factores importantes como pueden ser: la igualdad de oportunidades entre todos los miembros del grupo de trabajo, la puesta en marcha de las habilidades interpersonales de cada una, así como la interacción con los/as demás y la responsabilidad individual. También debemos ser capaces de poder evaluar a todo el grupo, por ello, es realmente importante que haya una relación fluida entre nosotras donde debe predominar el diálogo. Una actividad relacionada con todo esto fue la de pactar entre nosotras (como grupo) una serie de normas “de convivencia”.
En el grupo de tabajo no solo trabajamos cooperativamente en esta asignatura, si no que en algunas otras donde nos mandan actividades o trabajos grupales también incluimos esta positiva técnica de trabajo. Aunque fue en la asignatura, “Organización de las instituciones educativas”, donde por primera vez “aprendimos” su existencia así como su necesidad. Pienso que esta técnica de trabajo nos puede servir para un futuro más lejano en nuestra profesión como maestras, ya que es muy importante tanto la coordinación como la cooperación en los centros educativos.
Reflexionando a cerca de la “organización de las instituciones administrativas”, te das cuenta de que es un asunto bastante amplio, ya que influyen numerosos factores, siendo éstos más complejos de lo que pueden parecen a simple vista. No es un trabajo fácil llevar el peso que supone la organización de un colegio o un instituto, y saber que en tus manos y en las de otros, por decirlo de alguna manera, está el hecho de que muchos de tus alumnos/as aprendan para un futuro próximo o no lo hagan como deberían por diferentes motivos referidos al centro al que asisten.
Para que un centro educativo funcione adecuadamente, es necesario que todos los miembros del centro trabajen correcta y cooperativamente, pero no solo eso, sino que todos ellos muestren verdadero interés e implicación en su trabajo y se preocupen por ciertos aspectos referidos a sus alumnos/as.
La primera finalidad de todos ellos debe ser el buen aprendizaje de los alumnos y alumnas del centro.
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