viernes, 27 de mayo de 2011

Lidia Pérez: COLEGIO PÚBLICO MAESTRA PLÁCIDA HERRANZ (1)

Para ampliar un poco más lo que el Maestra Plácido vino a contarnos en su primera visita, dedico esta reflexión:

En primer lugar creo que a todo el grupo en general, nos llegó la idea de lo que era el Maestra Plácida: una organización que aprende que “rompe” con la normativa.
Y aprende el colegio como institución, pero también, y lo más importante, aprenden los alumnos gracias a esa ruptura, permitiéndoles innovar.

En este aspecto de la innovación, tanto Virtudes como Víctor, quisieron prestar especial interés, pues no solo la innovación esta muy bien, sino que está muy bien, siempre y cuando se acompañe de una base teórica que la permita.

Pero siguiendo por la ruptura, no nos quieren decir que el Maestra Plácida siga con sus propias leyes y normas, sino que, respetando las normas que les son impuestas a todos los centros públicos educativos, rompan en el interior, a la hora de elaborar programas didácticos, sin salir del patrón establecido, pero siendo diferentes, actuando con la novedad.

O dicho de otra manera, que la ruptura se establezca en la microestructura de la escuela: que se produzca en el AULA, pero siempre después de que la escuela como institución te reconozca, sepa cómo eres y sepa cómo se te puede enseñar.

De manera teórica, pero como ya hemos visto que sirve para poder innovar, Virtudes nos enseñó todos aquellos documentos que el centro debe cumplir, documentos que tienen un compromiso con el contexto escolar, y documentos que tienen un compromiso con sus alumnos.
No hay que centrarse solo en aquellos en los que el ámbito de actuación es el más cercano (PEC), sino que se debe de actuar con la misma implicación (LOE), y dejando claro que sí, el Maestra Plácida es una organización, pero no una organización tal cual, sino una organización que quiere aprender y que lo está haciendo.

Volviendo a la innovación, el Maestra Plácida como ya hemos dicho antes: innova. Pero nunca improvisa. Se planifica, se organiza e intenta evitar la rutinización.
Con esto, va de la mano la disciplina, que no es incompatible de la creatividad.

En concreto, hubo un momento en el que se hizo referencia a la creatividad en EI. La intervención que hizo una compañera le sirvió a Virtudes para hacernos entender que exactamente, no se puede hacer creatividad sin sentido, no se puede innovar sin bases.


No sé si habré olvidado algún que otro concepto más, pero creo que lo que he plasmando en esta reflexión ha sido todo aquello que he podido interiorizar y formar como parte de mis nuevos conocimientos.
Creo que ya la primera visita, nos ha enseñado mucho, Virtudes y Víctor han desplazado al Maestra a la universidad, y se lo agradecemos, pues las verdaderas historias son con las que nosotras aprendemos. Y si se nos ofrece la oportunidad, queremos seguir viendo más.

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